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| Semanario El Veraz | San Juan, Puerto Rico | |
El Psiquiatra que en Cuba hizo campaña por el ¨No¨ a la Constitucion Fascista

Entrevista realizada por Organizacion Medica Colegial de España el 2 de Marzo de 2017

Reconoce que es difícil que su contexto varíe y subraya que “mal puede andar un país cuando una prostituta goza de mayor libertad que un médico, porque ella no necesita autorización de funcionario alguno para salir del país y yo tengo que ser autorizado por el ministro”.

Ante este escenario, el Dr. Sergio Pérez se muestra muy escéptico y no cree que la reciente visita del presidente estadounidense Barack Obama a Cuba vaya a ayudar a mejorar su situación, “puesto que a las autoridades de Salud les importa un bledo su visita de cara a estas situaciones domésticas. Están más interesados en los negocios que puedan hacer siempre que puedan ejercer como intermediarios”.

¿Desde cuándo atraviesa esta situación de aislamiento?

En Cuba el aislamiento no es perceptible para un observador no entrenado. Desde hace varios años he tenido que enfrentarme a las máximas autoridades de la Psiquiatría en el país por mi dedicación a este tema. El Comandante Bernabé Ordaz, director de la Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana se negó a publicar mis artículos en la única revista en la que podíamos publicar los psiquiatras pues eran sobre el tema del suicidio. Tuve entonces que publicar en revistas extranjeras.

Hace años le pedí que publicara uno de mis libros y que le donaba los derechos de autor a los pacientes de esa institución con la condición que le hiciera el prólogo. Y en el texto dice todo lo contrario a lo que afirmó en la carta que me envió en respuesta a la que hice a la Comisión Editora, pues se le exigían a mis artículos lo que no cumplían los publicados por los miembros de dicha comisión.

Fui llamado al Ministerio de Salud pues el Jefe del Grupo Nacional de Psiquiatría le hizo una carta al viceministro primero de entonces, el Dr. Abelardo Ramírez en el que le decía que yo “estaba dando datos sobre suicidio que atentaban contra la seguridad del país y que pretendía crear un sistema de salud paralelo en Cuba”. No pudo probar esas mentiras que aducía y se considero que yo no tenía problemas. Pero no le ocurrió nada a quien dijo esas mentiras que atentaban contra mi actividad profesional.

Años después se me privó de asistir a un congreso en Uruguay, con todos los gastos cubiertos que es la única manera que puedo salir de Cuba, y me dijeron que no debía asistir pues "no era prudente" que lo hiciera. Pero nunca nadie me dijo quien fue quien considero tal cosa ni quien tomo tal decisión.

Se me intentó despojar de un viaje a Costa Rica como asesor temporal de la OMS pues deseaban que fuera el Jefe del Grupo Nacional de Psiquiatría, a quien no habían cursado invitación alguna. Me defendí y fui citado por el viceministro de Asistencia Médica a una reunión en una oficina del Palacio de las Convenciones con el presidente de la Sociedad Cubana de Psiquiatría, el Dr. Ricardo González. Y fuimos los dos a Costa Rica. Pero deseaban dárselo a ese señor dadas las ventajas económicas que tales viajes patrocinados por la OMS ofrecían.

Hace meses no se me envían estudiantes ni residentes a mi consulta a pesar de ser el psiquiatra de mayor categoría docente de Granma, mi provincia y desde hace años no se me invita a evento científico alguno en el territorio.

Recientemente me enteré que mi libro ‘Psicoterapia para aprender a vivir’ fue publicado en el sistema braille para ser presentado en la Feria Internacional del Libro 2016. Ya fue publicado y se me ha mantenido desinformado, no me han avisado, no me han pagado y en esta ocasión denuncié lo sucedido e hice público que había donado mis derechos de autor a la Asociación Nacional del Ciego y Débiles Visuales.

¿Cómo es su día a día?

Todos los días son similares. Trabajo en un programa de radio en Consejería, de donde se me ha querido expulsar, pero aun no lo han hecho porque “no han recibido la carta del organismo superior”. Cuando eso suceda, me tendré que ir del programa, lo cual he sabido por personas que trabajan en la radio y que siente admiración por lo que hago y han sido testigos de primera mano de esos comentarios. Trabajo en un centro de rehabilitación de adictos y realizo consultas en el barrio más humilde y con las peores condiciones socioeconómicas desde 1986.

¿Cómo está siendo fiscalizado?

Vuelvo a decirle que para un observador no entrenado, pudiera parecer que no estoy fiscalizado. Escribí una carta a Cubadice, programa televisivo en el que denunciaba la actitud de los periodistas ante los males de mi patria y después de esa carta, que fue discutida en las unidades militares y en las reuniones del partido comunista, me han enviado varios “lobos disfrazados de ovejas” como supuestos “disidentes” proponiéndome pegar carteles contra el gobierno, supuestos “periodistas independientes” para hacerme entrevistas, supuestos “pacientes” que me piden si puedo comunicarlos con alguna oficina de derechos humanos para denunciar un prolongado tramite de una vivienda u otra situación, pero no he caído en la trampa de hacerles el juego. Yo amo a mi patria no a quienes la administran que no han probado ser eficientes.

¿Puede salir con libertad del país?

En el 2012 no fui autorizado por el actual ministro de Salud a cumplir con dos invitaciones con todos los gastos cubiertos al congreso de Psiquiatría de Chile y al Foro de Prevención del Suicidio de la Asamblea Legislativa de Costa Rica. Con el dinero que me regaló un amigo psiquiatra chileno, el mismo que me había invitado, pude sacar el pasaporte personal y salir sin necesidad de pedir permiso a las autoridades de salud entre 2013 al 2015, asumiendo todos los gastos en Cuba y pidiéndoles a quienes me invitan recuperar lo invertido, lo cual he logrado y a veces he recibido más de lo que he invertido.

Cuando les enseño los documentos de lo gastado, me dicen: “Doctor, rompa esos papeles. Las personas han pagado para escucharle a usted. Usted recuperara lo invertido y más, así que rompa esos papeles que aquí no le hacen falta”. En 2016 los médicos estamos “regulados” y no podemos salir del país sin autorización del Ministro de Salud.

¿Necesita un permiso especial?

Debo pedir permiso escrito del director de mi trabajo, que debe enviar esa carta al director de Salud del municipio, quien tiene que enviarla al director provincial de Salud que debe enviarla al Ministro de Salud quien debe autorizarme o no. Tiene 50 días para responder lo que conlleva que pierda alguna de las invitaciones pues si la cambian de fecha, ya ese trámite no sirve pues hay que empezar de nuevo.

¿Ha tenido que rechazar trabajo en otros países?

No he estado en esa situación pues el único país donde trabajo es Cuba, atendiendo a mis compatriotas. Pero no voy a ningún país a trabajar enviado por el Ministerio de Salud puesto que según me han informado mis colegas, el ministerio se queda con la mayor parte del dinero.

¿Recibe ayuda de instituciones internacionales?

En la década de los 90, traje a mi país un proyecto de Befrienders International, la mayor organización de voluntarios en la prevención del suicidio para invertir más de 800 000 libras esterlinas en crear centros de ayuda al suicida, pero aunque consideraron que el proyecto era muy bueno, no fue aprobada su introducción en Cuba.

Tuve la oportunidad de realizar una investigación multinacional de la Neurobiología del suicidio con el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Minas Gerais y tampoco fue aprobado. Entonces ante tantas negativas reiteradas, desistí continuar haciendo lo mismo para recibir la misma respuesta. No se puede. En estos momentos continúo recibiendo ayuda internacional en literatura científica solamente.

¿Cómo se puede solucionar su situación?

Divulgando la existencia en mi país de esa estúpida resolución que limita mi libertad y atenta contra mi dignidad, pues como he escrito, mal puede andar un país cuando la prostituta goza de mayor libertad que un médico. Ella no necesita autorización de funcionario alguno para salir del país y yo tengo que ser autorizado por el ministro. Mientras mayor sea la solidaridad más posibilidades hay que modifiquen esa absurda medida.

¿Percibe la solidaridad de otros profesionales sanitarios?

He recibido muchas muestras de solidaridad de los más eminentes suicidiólogos de Europa, Estados Unidos y América Latina.

¿La visita del presidente Obama puede ayudar a suavizar situaciones como la que está viviendo usted?

No creo que influya la visita de Obama, pues a las autoridades de Salud les importa un bledo para cuestiones domesticas. A ellos les interesa la visita de Obama en cuanto a los negocios que puedan hacer y siempre como intermediarios de esos negocios. Si alguno de mis colegas estadounidenses quisiera hacer un Centro de Prevención del suicidio poniendo el capital y que yo fuera su director, en el que se hicieran capacitaciones e ingresos de ciudadanos extranjeros pagando sus servicios y a ciudadanos cubanos sin costo alguno, no lo permitirían, pues el intermediario tiene que ser el Ministerio de Salud, con quien se tendría que hacer dicho negocio, no conmigo. Y es muy posible que ellos propongan hasta el director, aunque los inversionistas deseen que sea yo quien asuma dicha responsabilidad.

A continuacion el articulo que escribió por el No a la Constitucion Fascista de Cuba y que fue publicado en el portal Cibercuba.com

Confesiones de un psiquiatra cubano: Votar NO a la nueva Constitución es decir Sí a la salud mental

Dr. Sergio Andrés Pérez Barrero

Profesor Titular de Psiquiatría, Fundador de la Sección de Suicidiología de la Asociación Mundial de Psiquiatría, y de la Red Mundial de Suicidiólogos. Asesor temporal de OMS/OPS para la prevención de suicidio en Las Américas.

En mi decisión concienzuda de votar NO a la Constitución que se someterá a referendo el próximo día 24 de febrero en mi país, ha jugado un papel preponderante mi condición de psiquiatra, al cerciorarme de que la salud mental del ciudadano cubano residente en esta isla es precaria.

Esta precariedad obedece a disímiles causas. Resumirlas todas es tarea bien compleja, pero puedo mencionar algunas de las más evidentes:

1) Una instrucción politizada que no enseña a pensar ni prepara para vivir, es decir, no educa.

2) El miedo a decir lo que se piensa y la indefensión que le acompaña.

3) Permanecer en la zona de confort sin experimentar confort, y mantener una actitud de espectador al esperar por otros para resolver problemas propios.

A ello se le añade la certeza de la finitud de la vida, y de que el tiempo no alcanza para la realización personal en Cuba, lo cual lleva a muchos de mis compatriotas a la utilización de mecanismos evasivos: el consumo de alcohol y otras drogas, junto al intento de suicidio, están entre los más socorridos.

La desesperanza y el desamparo pueden ser los detonantes de un suicidio, pues, aunque los gobernantes repitan hasta la saciedad que nadie quedará abandonado a su suerte, no es lo mismo decirlo que percibirlo de esa manera por quien lo escucha. Ese es el pan nuestro de cada día en Cuba.

La ruptura familiar por el exilio, las colaboraciones en naciones extranjeras, las movilizaciones dentro del territorio nacional y otras razones, requieren la elaboración de un duelo, lo cual no siempre se consigue, generando estados depresivos diversos. Estos estados, si no se toman medidas terapéuticas a tiempo, pueden evolucionar a la cronicidad.

Se asiste entonces al surgimiento de una nueva familia que he dado en llamar la familia Wi-Fi pues es en estas zonas donde se pueden encontrar los de afuera con los de adentro. Y los asuntos familiares se esparcen y se diluyen entre todos los individuos que hacen uso de estos servicios, aunque no sean “ni parientes siquiera”.

A ello hay que añadir el NO HAY que afecta la vida cotidiana de la mayoría de los cubanos en todos los órdenes, principalmente los más desfavorecidos, los cuales se tornan más vulnerables de lo que ya lo son para la eclosión de enfermedades mentales muy frecuentes como la depresión, las esquizofrenias, las adicciones y las demencias.

El NO HAY induce al conformismo, a la indolencia. Y a los profesionales que deseamos trabajar bien, el NO HAY nos lo impide.

Para muestra, un botón: el miércoles de la semana previa a mi jubilación vi a la madre de una joven con grave riesgo de suicidio y la remití al servicio de urgencias de Psiquiatría del Hospital “Carlos M. de Céspedes”, de la ciudad de Bayamo.

El jueves de esa misma semana remití a la expareja de una de mis pacientes. El miércoles siguiente asistió a mi consulta la hija de la señora para decirme que su madre se había suicidado.

Le pregunté si no la había llevado y me dijo que sí, pero que la enviaron para su casa porque no había camas. Ella fue a comprar un pedazo de carne de cerdo y cuando regresó se la encontró ahorcada.

El jueves asistió la excónyuge y le dije que su expareja me había visitado y que tenía grave riesgo suicida, pero permitió que le remitiera, aunque no sé si fue o no al psiquiatra de guardia. Me contestó la señora que había ido, que lo habían dejado 24 horas en observación, pero como no había camas, lo enviaron para su hogar con tratamiento ambulatorio. Compró todas las pastillas y las ingirió, ocasionándose la muerte

El domingo siguiente a estos dos incidentes cumplí la edad de jubilación y no fui más a trabajar pues el NO HAY entorpeció mi buena praxis de la manera más terrible que pueda imaginarse. Los medicamentos necesarios se requieren en el momento preciso, no cuando lleguen a la farmacia.

La estrategia gubernamental continúa siendo apostar por la esperanza, por aquello que reza: “la esperanza es lo último que se pierde”. Pero parafraseando al escritor paraguayo Augusto Roa Bastos “el peor suplicio que se le puede hacer a un ser humano, es engañarlo con la esperanza”.

  • Votar NO a la nueva Constitución es intentar poner fin a ese engaño esperanzador.
  • Votar NO a la nueva Constitución es enseñarle al cubano a tomar decisiones propias sin intervención, influencia ni manipulación gubernamentales.
  • Votar NO a la nueva Constitución es preferir apostar por la utopía que permanecer en la insegura seguridad gubernamental que ofrece el socialismo que no ha demostrado ser ni próspero ni sostenible.
  • Votar NO a la nueva Constitución es optar por la estrella que ilumina y mata que por el yugo para seguir haciendo el papel de manso buey.
  • Votar NO a la nueva Constitución es evitar otra forma de maltrato al grupo LGBTQ, que del rechazo abierto y la exclusión el gobierno apuesta ahora por la manipulación haciéndoles creer que les otorgan un derecho, cuando han sido ellos los que se lo han ganado con su perseverancia en manifestar sus preferencias sexuales.

  • Votar NO a la nueva Constitución es evitar que se continúe brindando a los niños y las niñas de las escuelas primarias un modelo cuestionable de paradigma que además atenta contra sus auténticas aspiraciones de ser como sus padres y sus madres. En este sentido, votar NO es una manera de oponerse a la pérdida de la identidad de los niños y las niñas a quienes le hacen decir “Yo soy Fidel”
  • Votar NO significa estar en desacuerdo en continuar un sistema que ha logrado que el país que reciben nuestros hijos está en peores condiciones que el que recibimos de nuestros padres y eso se llama involución.

  • Votar NO es la única manera de demostrar en Cuba que se es auténticamente libre, que no se tiene deuda de gratitud alguna con la Revolución, que no se espera nada del gobierno, pues como dijera José Martí, el más universal de los cubanos: “Ocasión es lo único que necesita el cubano para distinguirse”.

Y esta es la ocasión.


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