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| El Veraz. | San Juan, Puerto Rico |
Entrevista con Pedro Corzo, productor de 'Guevara, Anatomía de un mito'

Por Eudel Cepero

Pedro Corzo pertenece a la generación de jóvenes que a finales de los años cincuenta del siglo pasado se rebelaron contra la ruptura del orden constitucional en Cuba. Y que luego, durante los sesenta y setenta, se enfrentaron a sangre y fuego divididos en dos bandos: los que buscaban la restauración de la democracia y la economía de mercado y los que intentaban, y lograron, la imposición de un sistema totalitario.

Corzo integró el primer grupo, sobrevivió el enfrentamiento, pero su vida fue detenida durante años en diversas prisiones.

Sobre Guevara hay algunas películas, varios documentales, numerosos libros, cientos de artículos y una gran cantidad de páginas web, todos con opiniones y puntos de vista a favor y en contra. ¿Entonces, para qué otro documental sobre el mismo tema?

Como observador cada cual posee, digamos, el derecho a exponer sus puntos de vista y la valoración que tiene sobre un individuo, un proceso histórico o un acontecimiento de la historia. En el caso de Ernesto Guevara, el Instituto de la Memoria Histórica (IMH) se propuso, en primer lugar, desmontar un paradigma que ha sostenido en cierta medida el discurso del régimen cubano en la política mundial.

El gobierno cubano, o el proyecto político de Fidel Castro, ha tenido éxito en lo que atañe a conservar el poder, sin embargo, lo ha hecho a través de numerosas contradicciones. La figura de Ernesto Guevara, en alguna medida, se ha mantenido incólume, sin ningún tipo de afectación.

Nuestro propósito cuando hicimos el documental fue demostrar en primer lugar que Ernesto Guevara no es paradigma, ni puede ser paradigma de ningún hombre nuevo, ni de ninguna futura generación en ninguna parte del mundo. ¿Por qué? Porque como proyecto de vida fue un hombre que fracasó en todos sus empeños, fracasó como guerrillero, fracasó en su función como economista en Cuba, fracasó como un hombre asociado a un proyecto de desarrollo cuando fue ministro de Industrias. Tú no puedes atribuirle a Ernesto Guevara un verdadero éxito en su gestión, salvo el haber sobrevivido a sus propios fracasos, y ese sobrevivir no está dado tanto por la gesta en la que participó como por la capacidad de generar figuras e iconos que han demostrado tener en la historia determinadas fuerzas políticas.

Anteriormente mencionó el Instituto de la Memoria Histórica, que usted dirige. ¿Podría explicar de qué se trata?

Hace unos años, un grupo de personas nos reunimos y constituimos el Instituto de la Memoria Histórica. El propósito es indagar la historia del proceso de lucha contra el régimen totalitario. Demostrar que un sector del pueblo cubano se enfrentó a otro sector. ¿Por qué? Por motivaciones políticas, por razones ideológicas. Unos defendieron un proyecto, otros atacaron ese proyecto, lo cual llevó al país a una crisis muy severa en los primeros años del llamado proceso revolucionario y de la cual mayormente se conoce la versión de los que aún detentan el poder en Cuba.

En ese empeño, el Instituto de la Memoria Histórica ha patrocinado la publicación de libros como es el caso de Cuba: Cronología de la lucha contra el totalitarismo y de varios documentales como Al Filo del Machete, Tributo a papá y, recientemente, Guevara, Anatomía de un mito.

De todas las entrevistas que incluye el documental, ¿cuál es la que mejor refleja el propósito del mismo?

La mayoría de los documentales sobre el Che están sustentados en testimonios o referencias de personas que compartieron con él un proceso político y que siguen identificadas con ese proceso político. En el caso de Guevara, Anatomía de un mito, las personas que nosotros entrevistamos, en su inmensa mayoría, compartieron el pensamiento político de Guevara, pero luego, en algún momento, se desencantaron.

Si quieres un punto, un clímax, una entrevista que para mi sintetiza el propósito del documental, es la de Benigno. El hombre que combatió con Guevara en la Sierra Maestra, en el Congo y finalmente en Bolivia. ¿Por qué? Porque Benigno dice bien claro que Guevara no creía en nadie, no compartía la autoridad con nadie, no les permitía a estas personas tomar ninguna iniciativa, y fíjate que estamos hablando de sus propios partidarios. Y demuestra también que Guevara era un incapaz y un incompetente, cuando dice que ellos, huyendo después de la emboscada en la Quebrada del Yuro, le hicieron más bajas al Ejército boliviano que Guevara en su mejor momento como jefe guerrillero.

Pero no es la primera vez que Benigno se refiere a Guevara en esos términos, en cierta medida era de esperar. ¿Incluye el documental realmente alguna novedad que descalifique el mito?

La novedad que trae para muchos, no para todos, es que un número grande de personas que combatieron con Guevara certifican que era un asesino, que era un hombre cruel, sin sentimientos de ninguna especie, un tipo muy severo consigo mismo, pero sin una gota de piedad para con los demás.

Y esto se hace bien latente, sobre todo cuando lees con detenimiento los escritos de Guevara. Hay un escrito de Guevara bien claro y preciso que dice que él cree en aquellas personas que piensan como él, que el que no piense como él es su enemigo. O sea, la ideología para Ernesto Guevara estaba por encima de cualquier criterio, de cualquier valor moral de la persona.

Pero quizás el testimonio fundamental, o el más revelador, que se incluye en este documental, es escuchar la voz de Guevara diciendo clara y públicamente: "fusilamientos sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario". Lo cual demuestra que era un hombre convencido de lo que estaba haciendo y que no le preocupaba ni tenía ningún tipo de perjuicio en llevar a la muerte a muchas personas, con tal de que sus puntos de vista triunfasen.

¿Dónde hizo Guevara esa afirmación?

Fue el 11 de diciembre de 1964, durante un debate que tuvo lugar en la Asamblea General de Naciones Unidas y en el cual Guevara representaba al gobierno de Cuba. Fue un debate muy fuerte, en el cual Cuba estaba siendo acusada de haber intervenido en alguna medida para desestabilizar varios gobiernos latinoamericanos, donde se atacó severamente al gobierno cubano, y una de las cosas que se dijeron era que en Cuba se fusilaba sin ningún tipo de proceso judicial que respetara un Estado de derecho.

«¡Fusilamos y seguiremos fusilando!»
Entrevista con Pedro Corzo, productor del documental 'Guevara, Anatomía de un mito'.

Eudel Cepero, Miami

miércoles 16 de noviembre de 2005

Esto llevó a que Guevara, quizás para demostrar la fe y la confianza en lo que estaban haciendo, reconociera públicamente que sí estaban fusilando y, además, que seguirían haciéndolo mientras les pareciera oportuno. Y esta atrocidad se la decía al mundo sin ningún reparo, sencillamente porque se creía poseedor de la verdad absoluta, porque se creía un ser superior, un revolucionario, el hombre nuevo, el arquetipo humano, según sus propias ideas. Todo lo cual tiene una relación muy cercana con el pensamiento fascista de superioridad de unos hombres sobre otros.

Además, él sabía perfectamente, pues fue partícipe, que muchos de esos fusilamientos se decidían en procesos judiciales arbitrarios y sin garantías, como confirman varios de los testimonios del documental.

Pero aún más revelador que esa declaración en Naciones Unidas es lo que escribe en una carta, cuando dice que hay que llevar el terror hasta el último rincón del enemigo, a su hogar, a un restaurante, al cuartel y a las calles. Lo cual no es más que la ideología de un terrorista, de un mafioso que ve el hogar de su enemigo como el lugar ideal para atacarlo, sin reparar en su familia, en sus hijos.

¿Quién financió este documental?

El documental Guevara, Anatomía de un mito no fue financiado por nadie en particular, fue una película extremadamente barata, gracias al talento de Luis Guardia, un joven cubano criado y educado en el llamado proceso revolucionario, un supuesto hombre nuevo, pero con una conciencia muy clara y muy precisa de la realidad nacional. Él puso a disposición del Instituto de la Memoria Histórica su propia corporación sin fines de lucro, Caimán Productions, su talento y su conocimiento para poder realizar este documental.

Esta producción no llegó a costar mil dólares, los entrevistados se ofrecieron voluntariamente, el material que se compró fue extremadamente barato y la edición no costó absolutamente nada. Lo único que nosotros gastamos fue en adquirir la grabación de la que hablamos anteriormente en Naciones Unidas y en el pasaje en avión de uno de los entrevistados, que vive fuera de la ciudad de Miami. Precisamente por no tener presupuesto nos fue imposible ir a Bolivia a entrevistar a otras personas que conocieron a Guevara, que compartieron con él y que tienen puntos de vista muy interesantes y poco conocidos sobre su mito.

¿Qué quedó fuera del documental?

Muchas cosas, por razones de tiempo. Con esas entrevistas estamos planeando producir un libro sustentado en testimonios.

¿Dónde se puede adquirir 'Guevara, Anatomía de un mito'?

Está disponible en varios portales de Internet, incluido el del Instituto de la Memoria Histórica, y además cualquier interesado, si desea copia del mismo, se puede dirigir a nosotros por email: totalitarismodirectores@cubamemorial.org.


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