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Balance Anual de Reporteros sin Fronteras

Cada vez más violencia : 63 periodistas muertos, más de 1300 agredidos o amenazados

LA LIBERTAD DE PRENSA EN 2005

Cada vez más violencia :
63 periodistas muertos,
más de 1300 agredidos o amenazados

En 2005 :
- 63 periodistas muertos
- 5 colaboradores de medios de comunicación muertos
- al menos 807 periodistas detenidos
- al menos 1 308 agredidos o amenazados
- al menos 1 006 medios de comunicación censurados

A título comparativo, en 2004 :
… 53 periodistas muertos
… 15 colaboradores de medios de comunicación muertos
… al menos 907 detenidos
… al menos 1 146 agredidos o amenazados
… al menos 622 medios de comunicación censurados

A 1 de enero de 2006 :
126 periodistas
y 70 ciberdisidentes encarcelados en el mundo

El año más asesino desde 1995

En 2005 mataron al menos a 63 periodistas en el ejercicio de sus funciones, o por manifestar sus opiniones. Una cifra que no era tan elevada desde 1995 (aquel año encontraron la muerte 64 periodistas, 22 de ellos en Argelia). También mataron a cinco colaboradores de medios de comunicación ("productores", chóferes, traductores, técnicos, agentes de seguridad, etc.).

Por tercer año consecutivo, Irak continúa siendo el terreno más asesino : allí, 24 periodistas y 5 colaboradores de los medios encontraron la muerte durante el año. En total, 76 periodistas y colaboradores de los medios han muerto en Irak desde el comienzo del conflicto armado, en marzo de 2003. Es decir, más que durante la guerra de Vietnam, entre 1955 et 1975. Los atentados terroristas y los ataques de la guerrilla iraquí son la primera causa de mortalidad entre los profesionales de la información. Pero el ejército norteamericano es responsable de la muerte de tres periodistas y colaboradores de los medios de comunicación. El 28 de junio, unos disparos norteamericanos mataron al realizador iraquí Wael Al Bacri, de 30 años. Al día siguiente, un portavoz de la 3ª división de infantería, que tiene la base en Bagdad, reconoció que una unidad norteamericana estaba implicada en la muerte del periodista, y que se había abierto una investigación. Desde entonces, el ejército no ha facilitado ningún resultado de este caso. Lo mismo que de los demás, por otra parte.

Filipinas también, los periodistas pagan con su vida la voluntad de informar. Aquí, el riesgo no procede de grupos armados sino de políticos, hombres de negocios o traficantes, dispuestos a hacer de todo para silenciar a los periodistas que investigan sus prácticas ilegales. A pesar de que durante el año se produjo la condena del asesino de Edgar Damalerio, al que mataron en 2002 en la isla de Mindanao, la impunidad sigue siendo la norma. En otros países de Asia (Afganistán, Bangladesh, Nepal, Pakistán, Sri Lanka), también han matado a periodistas, a causa de su trabajo.

En Líbano, una serie de atentados a responsables políticos y periodistas sacudió al país en 2005. En ellos perdieron la vida dos grandes figuras de la prensa libanesa : Samir Kassir, en junio, y Gebrane Tuéni, en diciembre. El primero era uno de los editorialistas del diario An-Nahar. El segundo era su Presidente-Director General. En septiembre, May Chidiac, presentadora estrella del canal de televisión LBC, escapó con vida, aunque gravemente mutilada, de un atentado con un coche bomba.

También en Africa, la violencia contra los periodistas experimentó un recrudecimiento en 2005. En la República Democrática del Congo, en Sierra Leona y en Somalia, mataron a profesionales de la prensa. Todos los casos continúan impunes, y los asesinos, a veces conocidos, no han sido sancionados. La investigación sobre el asesinato, en diciembre de 2004, de Deyda Hydara, periodista gambiano y corresponsal local de Reporteros sin Fronteras y de la Agencia France-Presse, se encuentra estancada. Las autoridades ponen todo de su parte para que no se identifique claramente a los asesinos, y puedan escapar a la justicia.

En el continente americano, México se ha visto enlutado por la muerte de dos de sus periodistas. También aquí, en el origen de estos asesinatos se encuentran las investigaciones sobre traficantes de droga o carburante.

En Rusia y Belarús, murieron varios periodistas en circunstancias que no han sido aclaradas. En algunos de los casos, el móvil del crimen parece ser la actividad profesional de las víctimas. Las investigaciones, efectuadas frecuentemente de forma parcial y política, casi nunca llegan a conclusiones.

Agresiones y amenazas en constante aumento

Durante el año 2005 Reporteros sin Fronteras censó más de 1 300 casos de agresiones o amenazas, es decir más que en 2004.

En Bangladesh y en Nepal, las agresiones son prácticamente diarias y proceden de todas partes. Agentes de las fuerzas del orden, militantes de determinados partidos políticos cercanos al poder, o a la oposición, y miembros de grupos armados han sido considerados culpables de ataques físicos o de amenazas a representantes de la prensa. La justicia casi nunca molesta a los agresores que, por tanto, podrán volver a empezar a golpear a periodistas, con total impunidad.

En Baufal, por ejemplo, en el sur de Bangladesh, Manjur Morshed recibió una severa paliza en agosto de 2005, de un diputado del partido en el poder. El periodista, golpeado con un tallo de bambú, resultó seriamente herido. Había acusado al político de corrupción. Los periodistas de la región se manifestaron, en señal de protesta.

Con frecuencia, los períodos electorales son sinónimo de violencia con la prensa. En Egipto y en Azerbayán, las elecciones de carácter nacional estuvieron salpicadas por decenas de casos de agresiones a reporteros, que cubrían manifestaciones o el desarrollo de las operaciones de votación.

En Nigeria y en Perú, medio centenar de periodistas fueron golpeados por policías, militares o secuaces de los cargos locales. Una violencia que generalmente es mayor en las provincias. A los periodistas se les acusa de meterse donde no les importa, y las diferencias se resuelven a puñetazos o a porrazos.

Pero aun son más los que atacan a los periodistas. En Lima, por ejemplo, a finales de abril, el embajador de Perú en España, que se encontraba de paso en su país, atacó violentamente a una periodista de radio, que quería entrevistarle. Bettina Mendoza, de la emisora CPN, sufrió una lesión en los ligamentos del brazo derecho. El diplomático terminó por excusarse.

Prisiones que continúan estando llenas de periodistas

Los años pasan, pero las mayores cárceles del mundo para los periodistas continúan. Y el número de años de detención aumenta. A fecha 1 de enero de 2006, 126 periodistas y 3 colaboradores de medios de comunicación estaban detenidos en 23 países (la lista completa está disponible en el sitio www.rsf.org).

En China, Yu Dongyue se encuentra detenido desde las masacres de la Plaza de la Plaza de Tiananmen, en 1989. Considerado culpable de "propaganda anti-revolucionaria", este periodista y crítico de arte, condenado a 18 años de cárcel, ha caído en la locura, a consecuencia de los malos tratos sufridos.

Cuba sigue siendo la segunda cárcel del mundo para los periodistas, desde la oleada de represión de la primavera de 2003. Veinte de los veintisiete periodistas detenidos entonces continúan cumpliendo condenas, comprendidas entre 14 y 27 años de reclusión. Cuatro más fueron detenidos durante el verano de 2005, y dos de ellos siguen en espera de juicio.

En Birmania, Win Tin, el más célebre de los periodistas y demócratas del país, ha comenzado su décimo séptimo año de internamiento. La Junta Militar que está en el poder se niega obstinadamente a liberar al antiguo redactor jefe del periódico Hanthawathi, a pesar de que tiene 75 años.

Abdullah Ali Al-Sanussi Al-Darrat es el periodista que lleva más tiempo detenido. Este escritor libio, del que se sabe muy poco, fue detenido en 1973. Las autoridades libias no han respondido nunca a las muchas peticiones de Reporteros sin Fronteras. Nadie puede asegurar hoy que el periodista esté todavía vivo.

En Eritrea, ya no existe prensa privada. Y los antiguos directores, o principales responsables, de las publicaciones cerradas en el otoño de 2001, siguen pudriéndose en la cárcel. La huelga de hambre que llevaron a cabo no consiguió cambiar nada. Sigue sin saberse donde están detenidos. Las familias no siempre consiguen autorización para visitarles.

El único indicador a la baja es el número de periodistas detenidos (807 frente a los 907 de 2004). Esta alentadora regresión no resulta suficiente. Cada día, y simplemente porque intentan cumplir con su trabajo, detienen a una media de dos periodistas en el mundo.

Un aumento de la censura de más del 60 %

1 006 casos de censura se han conocido en 2005, frente a los 622 del año anterior. El fuerte aumento se explica principalmente por la masiva degradación de la situación de la libertad de expresión en Nepal.

Por sí solo, el reino himalayo concentra más de la mitad de los casos de censura, ocurridos en el mundo en 2005. Desde que el rey Gyanendra instauró el estado de excepción, el 1 de febrero, la prensa viene padeciendo los efectos de medidas cada vez más represivas. En total, Reporteros sin Fronteras ha tenido conocimiento de 567 casos de censura en el país. Entre la prohibición a las radios de FM de emitir programas informativos, el bloqueo de sitios de Internet, la confiscación de los equipos de varios medios de comunicación y la utilización política de la publicidad, los medios nepaleses han conocido en 2005 todas las formas de censura.

En China, la gran muralla de las ondas causó nuevas víctimas. Voice of Tibet, la BBC, Sound of Hope, Radio Free Asia no son más que algunas de las emisoras víctimas del sistema de interceptación creado por las autoridades chinas, gracias a los equipos proporcionados por la empresa francesa Thalès. Prácticamente cada día, los directores de los medios de comunicación, o de sitios de Internet, reciben del Departamento de Propaganda listas de los temas que no se pueden tratar.

En Belarús, Kazajstan y, más generalmente, en toda Asia central, la censura sigue siendo una realidad. En estos países, se sigue cerrando periódicos, simplemente porque han publicado artículos críticos con las autoridades establecidas. Frecuentemente se utiliza a los impresores, y a las sociedades distribuidoras, para presionar a las publicaciones independientes, o de oposición.

Web bajo vigilancia

CHINA : 62 ciberdisidentes encarcelados
VIETNAM : 3 ciberdisidentes encarcelados
IRAN : 1 ciberdisidente encarcelado
SIRIA : 1 ciberdisidente encarcelado

Internet sigue estando estrictamente controlado por algunos gobiernos liberticidas. Reporteros sin Fronteras ha establecido una lista de quince enemigos de Internet (Arabia Saudí, Belarús, Birmania, China, Corea del Norte, Cuba, Irán, Libia, Maldivas, Nepal, Uzbekistán, Siria, Túnez, Turkmenistán, Vietnam).

Estos 15 países son los más represivos, en lo que se refiere a la libertad de expresión en línea : censuran los sitios informativos independientes y las publicaciones de oposición, vigilan el Net para silenciar las voces disidentes, acosan, intimidan y a veces encarcelan a los internautas y bloggers que se apartan de la línea oficial.

En Túnez, por ejemplo, el presidente Ben Alí, cuya familia controla la explotación de la Red, ha creado un eficaz sistema de censura de Internet. Todas las publicaciones de oposición están bloqueadas, lo mismo que muchos sitios informativos. Por otra parte, las autoridades intentan disuadir a los internautas de utilizar webmails, más difíciles de vigilar que las clásicas cuentas de correos (por Outlook, etc.). En cuanto al sitio de Reporteros sin Fronteras, es inútil buscarlo en la Web tunecina. Finalmente, el poder encarcela a los internautas contestatarios. En abril de 2005, el abogado demócrata Mohammed Abbou fue condenado a tres años y medio de cárcel, por criticar al Presidente en un sitio de Internet.

En Irán, el Ministerio de Información presume de bloquear el acceso a cientos de miles de sitios. Los mollahs se fijan prioritariamente en los contenidos que se refieren, de cerca o de lejos, a la sexualidad, pero tampoco toleran los sitios informativos independientes. Teherán ostenta el record del número de bloggers detenidos y encarcelados : desde el otoño de 2004 hasta el verano de 2005, más de una veintena de ellos pasaron por la cárcel. Mojtaba Saminejad, un blogger de 23 años, está encarcelado desde febrero de 2005. En junio, le condenaron a dos años de cárcel, por insultar al Guía Supremo.


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