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| El Veraz. | San Juan, Puerto Rico |
Torturadores Cubanos en Vietnam

Documentos desclasificados por la Oficina de Personal Desaparecido y Prisioneros de Guerra del Departamento de Defensa (DPMO) revelan que la foto, tomada en 1979, es del general Vecino Alegret, cuando visitó Harvard y el MIT.


Por Juan O. Tamayo

Archivos - Dept. de Investigaciones -

Ed Hubbard, coronel retirado de la Fuerza Aérea, afirma no tenerle odio a ``Fidel'', el agente del gobierno cubano que, hace 30 años, lo torturó salvajemente, a él y a otros 17 prisioneros de guerra, en Vietnam del Norte.

Durante un año, casi diariamente, el hombre que los prisioneros de guerra (POW) llamaban ``Fidel'' los azotaba con tiras de llantas de goma y los amarraba con sogas o alambres que les descoyuntaban las extremidades y les cortaban la piel. En 1968, le dio latigazos y patadas a un POW con tanta furia que lo dejó catatónico y posteriormente le provocó la muerte. Un nuevo libro sobre los prisioneros de guerra norteamericanos en Vietnam lo califica como ``uno de los casos de atrocidades más trágicos y repugnantes que se recuerden''.

Durante un interrogatorio en 1967, ``Fidel'' golpeó al mismo Hubbard tan brutalmente que Jack Bomar, otro prisionero, recuerda haberlo encontrado inconsciente en el suelo de la celda, ``un cuerpo sangrante, roto, magullado''.

La historia de "Fidel" y del llamado Programa Cuba se ha hecho pública finalmente, tras décadas de secreto oficial en torno a una guerra que muchos quisieran olvidar.

Honor Bound (Obligado por el Honor), un libro publicado en abril con la ayuda del Departamento de Defensa, dedica 13 páginas a la ``operación, insólitamente intensa y prolongada que monopolizó la maquinaria de tortura [de los prisioneros] durante la mayor parte del año''.

La carpeta de documentos desclasificados por la Oficina de Personal Desaparecido y Prisioneros de Guerra del Departamento de Defensa (DPMO) tiene dos pulgadas de grueso. Fue utilizada en una serie de audiencias congresionales en 1996 y proporcionó numerosos y horribles detalles sobre el Programa Cuba.

Y ahora un funcionario del DPMO ha reportado que en 1992 dos coroneles del ejército de Vietnam del Norte le confirmaron que ``Fidel'' era realmente cubano y que era cierto que había torturado a los prisioneros norteamericanos, aunque sin la autorización oficial de Hanoi.

``He seguido adelante con mi vida'', dice Hubbard, que vive en Fort Walton Beach y usa su experiencia de POW para celebrar el espíritu humano. Luego sonríe y añade: ``Pero, si volviera a ver a ``Fidel'', quizás se lo pasaría a Bomar''.

El sabe que Bomar no ha olvidado. No ha olvidado la paliza que le dio ``Fidel'' por haber insultado al ``Ché'' Guevara y que lo dejó con la nariz partida, un tímpano perforado y la mejilla desgarrada.

LOS TORTURADOS

Donald Waltman
Earl Cobeil
Wendell Rivers
David Duart
Jack Bomar
Ed Hubbard
Glendon Perkins
James Kasler
Peter Schoeffel

"Lo mataría', afirma Bomar, otro antiguo coronel de la Fuerza Aérea que, al igual que otros prisioneros, fue seleccionado por ``Fidel'' y otros dos cubanos, para el Programa Cuba. Los otros cubanos se hacían llamar ``Chico'' y ``García'', y jugaban el papel de interrogadores ``buenos''.

Algunos antiguos prisioneros de guerra, furiosos con la DPMO por la forma en que se ha manejado el caso de Cuba, dicen que pudieran presentar una demanda contra La Habana, siguiendo el ejemplo dado en Miami por los parientes de los tres pilotos de Hermanos al Rescate muertos por Migs cubanos en 1996.

``No me pesa admitirlo, quisiera hostigar a los vietnamitas'', dijo Mike Benge, un antiguo prisionero que no fue parte del Programa Cuba pero que ha estado acusando a la DPMO desde hace tiempo por no haber investigado adecuadamente las alegaciones de que oficiales chinos y soviéticos habían interrogado a prisioneros de guerra norteamericanos.

Funcionarios del DPMO en Washington declinaron comentar al Herald sobre ``Fidel'' o sobre las numerosas controversias que rodean la forma en que el organismo ha manejado el caso.

Esquemáticas versiones sobre la historia de ``Fidel'' comenzaron a aparecer en un puñado de publicaciones norteamericanas en 1973, poco después de que Hanoi comenzara a liberar prisioneros de guerra norteamericanos, y siguieron apareciendo hasta mediados de 1977, pero la historia llamó poco la atención.

Quizás porque la mayoría de los prisioneros obedeció las órdenes del Pentágono de mantenerse callados para proteger a los otros prisioneros de guerra que pudieran permanecer en Vietnam. O quizás porque la identificación de ``Fidel'' como cubano sólo era un rumor no confirmado por aquel entonces.

Ahora todo ha cambiado. Los documentos recientemente publicados por el DPMO, el libro Honor Bound de Stuart Rochester y Frederick Kiley, y las entrevistas del Herald con Hubbard, Bowman y otras tres víctimas de ``Fidel'' representan la historia más completa, hasta hoy, sobre un capítulo significativo en la historia de los prisioneros de guerra en Vietnam del Norte.

``Esta fue la primera y única vez que no-vietnamitas estuvieron abiertamente implicados en la explotación de prisioneros norteamericanos'', dijo un análisis de la Fuerza Aérea de 1975 sobre el Programa Cuba, que fue desclasificado en 1996.

``Fidel'' y ``Chico'' aparecieron por primera vez, en agosto de 1967, en un campamento de prisioneros de guerra conocido como El Zoológico, un antiguo estudio cinematográfico francés en el borde sudoeste de Hanoi. Los 50 prisioneros comprendieron inmediatamente que no se trataba de visitantes ordinarios.

Mientras el comandante vietnamita del campamento iba al trabajo en bicicleta, ``Fidel'' llegaba en un automóvil con un oficial vietnamita de chofer. Y ``Fidel'' siempre se sentaba a la derecha del comandante, una posición de honor, dijo Bomar. Entrevistados por agentes de inteligencia cuando regresaron a Estados Unidos, los prisioneros de guerra describieron a ``Fidel'' como de unos 6 pies una pulgada, poco más de 30 años, muy derecho, moreno y lo suficientemente bien parecido como para que lo compararan con Fernando Lamas, una estrella de Hollywood.

Describieron a ``Chico'' como un hombre en la cuarentena, de piel más blanca y pelo casi rubio. Le gustaba cantar canciones, que parecían españolas, en el órgano del campamento y frecuentemente usaba una gorra con visor de las que eran populares en Cuba.

Aunque ambos hablaban un inglés correcto aunque con acento, ``Fidel'' dominaba completamente el slang norteamericano, incluidas las obscenidades, mientras que Chico se enredaba en ciertas palabras.

``Fidel'' entrevistó a algunos prisioneros y rápidamente seleccionó a Hubbard, Bomar y otros ocho pilotos y navegantes de la Fuerza Aérea y la Marina que habían sido derribados sobre Vietnam del Norte, segregándolos en un bloque de cuatro celdas que los prisioneros bautizaron como El Establo.

Ahí fue cuando empezaron las torturas. ``Chico'' siempre hacía el papel del ``bueno''. ``Fidel'' era un torturador un día y un amigo al siguiente. Podía golpear salvajemente a un preso y ponerle cintas de Frank Sinatra al siguiente.

``En condiciones distintas, Fidel pudiera haber sido un tipo interesante para conversar'', le dijo al Herald Allan Carpenter, antiguo huésped del Zoológico. ``Pero lo único que siento por él es odio''.

Con el pasar de los días, ``Fidel'' incrementó las torturas. ``Le gustaba azotar directamente la cara'' con las tiras de goma, dijo un prisionero.

Ponía a los prisioneros en celdas contiguas a su cuarto de torturas, para que pudieran oír los gritos de sus predecesores. Ponía a los presos que acababa de torturar con sus nuevos compañeros de celda para que vieran los resultados de los interrogatorios.

``Uno se empezaba a retorcer sin que ni siquiera lo hubiera tocado'', le dijo al Herald Robert Daughtry, antiguo huésped del Zoológico. Un agente citó a un prisionero que dijo que ``esperar las palizas era peor que las palizas mismas. Uno se ponía tan nervioso que se le aflojaban las tripas cuando sentía la llave en la puerta''.

Uno a uno, los prisioneros fueron cediendo ante ``Fidel''.

Para las Navidades de 1967, todos menos uno habían sido torturados hasta ``la rendición''. Aceptaban cualquier cosa que pidiera ``Fidel'', desde inclinarse ante los guardias vietnamitas o aceptar cigarrillos que no querían hasta hacer declaraciones grabadas o escritas que pudieran ser utilizadas por la maquinarias propagandística de los vietnamitas del norte.

``Fidel'' comenzó a seleccionar un segundo grupo de 10 presos en enero de 1968. Uno, consciente de su reputación, se ``rindió'' rápidamente. Otros dos se ganaron la admiración de los presos al lograr entrar en conversaciones que consiguieron eludir la tortura.

Pero luego chocó con Jim Kasler, remitido al Zoológico tras haber resistido la tortura en otra prisión, y con Earl Cobeil, un piloto de F-105 de la Marina que parecía estar loco, y que realmente hubiera podido haber sufrido una lesión en la cabeza cuando lo derribaron.

Las torturas que Kasler sufrió a manos de ``Fidel'' estuvieron ``entre las peores sesiones de tortura que ningún norteamericano haya soportado en Hanoi'', plantea el libro Obligados por el Honor. ``Fidel'' le dio latigazos hasta que tiras de piel le pendían de ``las nalgas, la región lumbar y las piernas, y al final estaba en un semiestado de coma''. Con el tiempo consiguió recuperarse.

El caso de Cobeil, acusado por ``Fidel'' de fingir su locura para eludir la tortura, fue todavía peor. Bomar recuerda a un ``Fidel'' iracundo gritándole a los demás prisioneros que ``voy a quebrar a este tipo''.

En una sesión de torturas que se prolongó durante todo un día en mayo de 1968, Bomar recuerda que `` `Fidel' cogió una manguera de goma negra y le dio con toda su fuerza en la cara. Pero el prisionero no reaccionó; no gritó, ni siquiera parpadeó''.

Tras un mes de golpizas casi diarias, Bomar le dijo a un agente que Cobeil ``estaba sangrando por todas partes, muy hinchado, sucio y amoratado de la cabeza a los pies''.

Otro prisionero dijo que a Cobeil ``lo golpearon hasta un punto en que ni siquiera podía rendirse. Estaba completamente catatónico''. Con el tiempo fue trasladado del Zoológico y murió en cautiverio.

Para julio de 1968, ``Fidel'' parecía sentirse frustrado, le daban rabietas y le pegaba a los prisioneros sin razón aparente. Se le vio borracho en el campamento, y se quejaba de problemas hepáticos.

``Fidel'', ``Chico'' y ``García'', al que también le decían Pancho, un gordo de unos 35 años que había llegado en junio al campamento, desaparecieron súbitamente a mediados de agosto. Los prisioneros nunca los volvieron a ver.

Pero, ¿quiénes eran realmente ``Fidel'', ``Chico'' y ``García''?

Mucho antes de que el correo electrónico de Destatte confirmara que eran cubanos, los prisioneros que habían sufrido a sus manos habían llegado a la conclusión de que eran agentes del gobierno de Fidel Castro, aunque el trío nunca lo admitiera directamente.

Bomar, el que le puso su apodo a ``Fidel'', recuerda que un guardia vietnamita se refirió a él llamándolo ``Cuba'', y ``Chico'' se descuidó y le dijo a un prisionero que ``Fidel'' acostumbraba pilotear un pequeño avión sobre La Habana.

``Fidel'' parecía un conocedor de las zafras azucareras y del Ché Guevara, y un prisionero encontró una vez en el suelo del baño de la prisión una insignia de solapa con la forma de una islita de Cuba.

Más intrigantes son los indicios de que ``Fidel'' pudiera haber vivido en Estados Unidos durante un significativo período.

Su dominio del slang y las obscenidades eran casi el de un nativo, y su conocimiento de los automóviles norteamericanos hasta 1956, especialmente de los Ford, era sorprendente, dijo Bomar, que participó en carreras de automóviles estándar antes de ser enviado a Vietnam.

Según Hubbard, ``Fidel'' parecía tener un conocimiento personal de muchas ciudades del sudeste de Estados Unidos, desde Miami hasta las Carolinas, y sabía suficiente terminología y tácticas de los paracaidistas norteamericanos como para que muchos prisioneros sospecharan que había asistido a un curso del ejército en Ft. Benning, en Georgia.

Con tan escasos elementos, las agencias de inteligencia norteamericanas lanzaron una intensa campaña en 1973 para tratar de identificar a ``Fidel'' y a sus compañeros. Un informe de la Fuerza Aérea del 14 de junio de 1973, enumera algunos de esos esfuerzos.

La Agencia de Seguridad Nacional proporcionó los nombres de todos los cubanos que se sabe viajaron a Vietnam del Norte en los años 60. A los prisioneros les mostraron ``todos los archivos fotográficos de personalidades cubanas''. La DIA analizó la lista de los oficiales cubanos anteriores a Castro que recibieron entrenamiento en Estados Unidos.

Pero las investigaciones fueron estériles, aun después de que algunos prisioneros trabajaron con dibujantes de la policía y el ejército para crear ocho retratos independientes, sólo de ``Fidel'', basados en las descripciones de los prisioneros.

Hubbard dijo que él y dos investigadores de los prisioneros pasaron una semana en Miami, a principios de 1974, recorriendo restaurantes y barras de la Pequeña Habana buscando exiliados que pudieran saber algo de cubanos en Vietnam.

Un agente del FBI visitó a Hubbard en 1979 para mostrarle media docena de fotos de un funcionario del ministerio cubano de Educación Superior que había acabado de recorrer Harvard y MIT, y regresado a La Habana.

``Si se le pone un poco de pelo, y se le quitan 20 o 25 libras, fácilmente pudiera haber sido ese tipo'', le dijo al Herald.

Hubbard no pudo recordar el nombre del hombre, pero documentos desclasificados por la DPMO identificaron al visitante como Fernando Vecino Alegret, el ministro de la Educación Superior de Cuba. Especialista militar en defensa antiaérea en los años 60, se sabe que visitó Vietnam del Norte en 1967.

Documentos desclasificados de la DPMO para las audiencias congresionales de 1996 observaron que había habido varias otras identificaciones ``posibles'' y ``no confirmadas'' de ``Fidel'', aunque ninguna llega a más de simples menciones.

Un informe de inteligencia de la Fuerza Aérea de 1973 mencionó a ``Cacillio Moss'' o ``Moller''. Un informe de la DIA de 1976 mencionó a ``Luis Pérez Jaén''. Un informe congresional de 1992 se refería a ``Eduardo Morejón Estévez'' o ``Morjón Estévez''.

Benge considera que pudiera ser Raúl Valdés Vivó, el embajador de Cuba en Vietnam del Norte en los años 60 y autor de un libro sobre la participación de Cuba en la Guerra de Vietnam: El Gran Secreto: Los Cubanos en el Sendero de Ho Chi Minh. El libro, por supuesto, no hace mención de torturas de prisioneros de guerra norteamericanos.

``No estoy seguro de que sea él, pero si no es él, él tiene que saber quién fue'', dijo Benge, un empleado civil de la AID, capturado en Vietnam del Sur, que pasó cinco años como prisionero de guerra, incluidos 27 meses en confinamiento solitario.

``Algunas personas han olvidado esas atrocidades. Algunos quieren que las olvidemos'', dijo Benge, que ahora es empleado de la AID en Washington, y que todavía lucha con la CIA, la DPMO y la DIA para que se desclasifiquen más documentos sobre el Programa Cuba. ``A mí no se me olvida''.

Bomar también quisiera encontrar a ``Fidel''. Si no para vengarse, por lo menos para terminar con sus recuerdos de Hanoi 1967.

``Me levanto por la noche y vuelvo a estar allí. Algunas veces estoy tratando de saltar de mi avión, y otras veces creo que es ``Fidel'', esperando por mí''.

Uno de los principales sospechosos es ahora Ministro de Educación Superior

El ministro cubano de Educación Superior, Fernando Vecino Alegret, es uno de varios oficiales cubanos sobre quienes recae la sospecha de torturar y asesinar a prisioneros de guerra norteamericanos en Viet Nam en la década de 1960.

``Si le pones un poco de pelo y se le quitan 20 o 25 libras, fácilmente pudiera haber sido ese tipo'', dijo el ex coronel de la Fuerza Aérea Ed Hubbard durante una entrevista concedida a The Miami Herald.

Hubbard, quien fue uno de varios prisioneros torturados por el oficial cubano apodado ``Fidel'', explicó que agentes del FBI lo visitaron en 1979 para mostrarle una foto de un oficial cubano semejante al que torturó a pilotos prisioneros norteamericanos en Viet Nam y provocó la muerte de uno de ellos.

Otro de quien se sospecha como miembro del trío de torturadores es el entonces embajador de Cuba en Viet-Nam, Raúl Valdés Vivó, viejo militante comunista.

``No estoy seguro de que sea él, pero si no es él, él tiene que saber quién fue'', dijo Benge, un empleado civil de la AID, capturado en Vietnam del Sur, que pasó cinco años como prisionero de guerra, incluyendo 27 meses en confinamiento solitario.

Documentos desclasificados por la Oficina de Personal Desaparecido y Prisioneros de Guerra del Departamento de Defensa (DPMO) revelan que la foto, tomada en 1979, es del general Vecino Alegret, cuando visitó Harvard y el MIT.

Informes publicados en El Herald, muestran que el 5 de enero de 1983, Vecino Alegret, recibió en la Escuela Vocacional de La Habana a profesores del Instituto de Tecnologia de Massachusetts, y de las universidades de Harvard y Boston.

Según los informes rendidos por los prisioneros de guerra tras su liberación, las características personales de ``Fidel'', uno de los tres cubanos que los interrogaban y torturaban en Viet Nam, parecen ajustarse a las del general cubano, que ocupa desde hace más de 20 años la cartera de Educación Superior.

Vecino Alegret, fue enviado por sus padres a estudiar a Estados Unidos en 1956, para evitar que participara en las actividades subversivas que encabezaba Fidel Castro. El jóven de 18 años vivió en Hammond, pequeña ciudad del estado de Louissiana y recorrió varias ciudades del surese y suroeste norteamericano.

La historia personal de Vecino coincide también con varios detalles suministrados por los prisioneros, quienes identifican a ``Fidel'' como alguien que vivió por un tiempo en Estados Unidos, con amplio conocimiento de la jerga norteamericana y de varias ciudades del sureste.

``Combinaba el estudio, el trabajo y la práctica del fútbol americano'', dijo Vecino Alegret durante una entrevista al periodista cubano Luis Báez, que aparece publicada en el libro Secreto de Generales.

Según los prisioneros ``Fidel'' hablaba con amplio conocimiento sobre la agricultura y la zafra azucarera cubana, así como de afición por sobrevolar La Habana en un pequeña avioneta.

``Acaricié la idea de convertirme en piloto [tras el triunfo revolucionario], pero en definitiva no pudo ser'', declaró en su entrevista Vecino Alegret, quien en 1959 fue jefe de la Zona de Desarrollo Agrario 02-8 que comprendía los entonces municipios de Holguín, Puerto Padre y Gibara.

Su responsabilidad como agricultor terminó cuando fue enviado a la ex Unión Soviética para cursas estudios de armas estratétigas. En 1965 Fue jefe de la brigada de cohetes FKR, tierra-tierra; en esos momentos el arma de mayor alcance de las tropas terrestres cubanas.

En su entrevista con Báez, Vecino Alegret ofrece detalles de su participación militar en Angola y otras misiones en el exterior pero no habla una sola palabra de su presencia en Viet Nam. De hecho ninguno de los generales entrevistados hacen referencia a experiencias militares en Viet Nam.

Vecino Alegret, tiene pocos familiares en el extranjero. Una prima suya, Cecilia, vive en Miami. Su hermano Ricardo, de 49 años, fue interceptado por guardacostas norteamericanos cuando intentó abandonar la isla en 1997. Trasladado a la Base Naval de Guantánamo fue deportado a Cuba dos días después.


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