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| El Veraz. | San Juan, Puerto Rico |
Los invisibles en Cuba

Por Víctor Serra.



La situación de gays y lesbianas en Cuba ya no es tan dramática pero su progreso en la isla ha sido limitado por la carencia de los movimientos gays y feministas autónomos

La mayoría de gays y lesbianas cubanos siguen sufriendo en la isla una situación de invisibilidad desde que triunfó la revolución de 1959, revolución que a lo largo de su desarrollo generó una homofobia mediante políticas de aislamiento, y que todavía siguen arrastrando la sociedad cubana. Actualmente las cosas han cambiado, pero muchos gays y lesbianas siguen viendo como única solución para reivindicar sus derechos el salir de la isla en busca de más libertad. En los primeros años de la revolución la discriminación contra gays y lesbianas no era considerable, pero entre los años 65 y 75 el régimen cubano desató la furia de la homofobia: internó a un número importante de gays en campos militares de trabajo, se persiguió a figuras importantes de las artes y de la educación, el tema de la homosexualidad fue prohibida en la literatura y se prohibió a los gays entrar en el ejército. Mas allá de la política del gobierno de Fidel Castro contra los gays, algunos autores encuentran las raíces de esta homofobia en la época colonialista, ya que afirman que la imagen que se posee del gay en Cuba está prejuiciada por las condicionantes de la tradición cultural (el modelo heterosexual y machista, que heredó la isla de la metrópolis). En cualquier caso, la situación de gays y lesbianas de la isla se encuentra en la actualidad en un compás de espera. Hoy en día, el principal muro con el que se tienen que enfrentar los gays y las lesbianas en Cuba es la falta de apoyo social y la falta de grupos organizados que defiendan con fuerza sus intereses.

El delito de ser gay.

Hubo un tiempo, sin embargo, que el ser gay o lesbiana en Cuba era un delito, ya que hasta 1979 se reglamentaba en el Código Penal como un delito criminal. A partir de la reforma del código de este año pasó a ser legal que los adultos de consentimiento mutuo realizasen conductas sexuales con personas de su mismo sexo, siempre y cuando fuesen en privado. Pero hasta que el código penal fue nuevamente revisado en 1987, se prohibía la ostentación pública de una “condición gay “. Aún así, según algunos informes, a pesar de la relajación de la norma, las autoridades pueden utilizarla como cajón de satre y cualquiera que contravenga la decencia pública puede todavía ser condenado a sentencias de prisión de tres a 12 meses.

Machos, Maricones y Gays.

El científico político canadiense Ian Lumsden analizó el régimen de homofobia cubano en el libro “Machos, Maricones, y Gays: Cuba y la homosexualidad”, en el que desgranaba las raíces históricas y culturales de esta homofobia y la situación actual, que según su opinión ha mejorado para los gays en la actualidad. El escritor es gay, izquierdista y partidario de la revolución cubana, pero critica la política del gobierno de Fidel Castro en lo referente a los derechos de gays y lesbianas. Lumsden atribuye la persecución de los gays a una combinación de factores, incluyendo la herencia colonial española del machismo, o la dominación masculina de mujeres, y el desprecio a los hombres afeminados. Lumsden afirma que tales prejuicios pueden ser encontrados también en otras partes de América latina, en aquellos lugares donde son similares a los valores culturales cubanos. Otro elemento que contribuyó a que Cuba desarrollara una política contra los gays, según el autor, fue porque el gobierno adoptó la posición del Stalinismo, practicada en la unión soviética, y que mantenía que la homosexualidad era una forma de “decadencia de la burguesía”.Como otros analistas, Lumsden afirma que desde los mediados de los años setenta, la discriminación sistemática contra gays disminuyó paulatinamente.

Sin colectivo organizado.

Sin embargo, el progreso de gays y lesbianas en la isla ha sido limitado por la carencia de los movimientos gays y feministas autónomos que puediesen desafiar las desigualdades a través de la sociedad. La ausencia de estos dos movimientos venía derivada por la prohibición de organizaciones, de instituciones, y de medios de comunicación independientes del control del partido comunista. Pero a partir de 1984 se tomaron algunas medidas para hacer posible la promoción de los derechos de gays y lesbianas de un forma controlada. Con esta posibilidad se fundó un grupo, denominado GLAC (Asociación Cubana de Gays y Lesbianas), que tuvo una vida efímera, al no estar sus miembros bien organizados y al estar su acción controlada por el aparato del estado. Por otra parte, los autores aclaran que, de todas formas, se hace difícil que se produzca una socialización de los grupos gays porque la mayoría de los gays y lesbianas de la isla permanecen en la invisibilidad (se habla de la excepción de algunos sectores profesionales como la salud, la educación, el arte, la administración pública o los medios de comunicación, donde hay una presencia constatada de gays y lesbianas). Según Lucas Garve, que transmitió la información telefónicamente a Cubanet (ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet) actualmente existe entre los gays y lesbianas cubanos “una tendencia al rechazo subyacente entre la comunidad gay cubana hacia un real salida del armario, aunque algunos sectores, mucho más atrevidos que la mayoría, hayan tratado en varios momentos de encontrar un "espacio urbano" que los acoja. Los gays en la isla no ven que puedan desarrollar cualquier proyecto de vida acorde a su orientación, porque todavía muchos obstáculos conspiran en su contra. Así que el único remedio que les queda es vivir más allá de las fronteras insulares, que continúa siendo el "sueño dorado" de un buen número de ellos”.

La lucha poética.

La oposición al régimen cubano y la denuncia de la situación de gays y lesbianas en la isla ha tenido que edificarse desde fuera de sus fronteras y por ello se han destacado, sobretodo, acciones individuales. El cine, en un proceso de purgación colectiva que hizo justicia, nos ha recuperado una de esas figuras que tuvo que sufrir la represión del estado, sobretodo por su reputación contrarrevolucionaria pero también por su condición de gay, poeta y revolucionario de las ideas. Reinaldo Arenas renació y se universalizó gracias a la película de Julian Schnabel “Antes que anochezca” y todos descubrimos que fue un surrealista que utilizó la poética como arma de oposición al régimen cubano. Arenas es reconocido ahora por la gran mayoría de la comunidad gay-lésbica de todo el planeta, a pesar de que el escritor se suicidó en Nueva York, estando enfermo de sida, en el más absoluto de los olvidos.

La pandemia en la isla.

Otra variante de guettización ocurrió en Cuba a mediados de los años 80, cuando el régimen comenzó a internar, bajo cuarentena, a los enfermos de Vih/Sida en sanatorios. Esta medida varió en 1994, cuando se permitió a los pacientes que abandonaran los centros de internamiento, siempre y cuando realizasen un programa obligatorio de educación sobre Vih/Sida. Sólo los que pasaban este programa estaban autorizados a volver a la vida normal.


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