El Veraz 
Portada
Audio y Video
Los 10+
Raíces
La otra Cara
Documentos
Reconciliación
Estadísticas
Victimas Cubanas
Galería de Puerto Rico
Isla del Encanto
Galería de Cuba
La del Turista
La del Cubano
Rostros Cubanos
Nostalgia Cubana
Búsqueda
Buscar en ¨El Veraz¨
Internacionales
Sitios de Puerto Rico
Sitios de Cuba
Artículos anteriores
Artículos anteriores
Divulgue la verdad
Imprimir Articulo  
Envie Articulo  
A Favoritos  
| El Veraz. | San Juan, Puerto Rico |
La educación en Cuba: Pilar de la represión. Parte IV

Por Graciella Cruz-Taura

Recomendaciones Administrativas

Legalizar la educación privada y la afiliada a las iglesias. Una sociedad abierta debe facilitar alternativas a sus ciudadanos. Un sistema escolar que incluya únicamente centros educativos públicos no puede evaluarse a sí mismo.

La competencia justa contribuye a contar con mejores escuelas y mejores maestros, lo cual da como resultado estudiantes mejor educados y maestros mejor pagados y calificados. Cualquier institución o programa debe satisfacer los lineamientos establecidos por el Ministerio de Educación.

Reducir la burocracia.

La responsabilidad fiscal y la eficiencia requieren que la burocracia que actualmente administra el sistema educativo cubano sea disminuida. Hoy en día no menos de cuatro ministerios supervisan el sistema: el Ministerio de Educación; el Ministerio de Educación Superior; el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Además, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Partido Comunista Cubano, entre otras entidades, administran directamente iniciativas educativas importantes.

Una única instancia en el gabinete ministerial, posiblemente llamado Ministerio de Educación, podría fácilmente supervisar todas las materias en una nación de 11.200.200 habitantes. Se encargará de proveer una clara visión de los patrones necesarios para la transición eficaz de la enseñanza primaria a la secundaria, además de evaluar y representar las necesidades de la población en las gestiones financieras que realice.

La descentralización y la reducción de personal escolar no docente son necesarias para que más recursos se dediquen al aula y no sean desperdiciados en supervisión ideológica. El sistema cubano está saturado de personal administrativo –consejeros, psicólogos y metodólogos- cuya presencia se justifica como “apoyo” para el maestro y el alumno, pero cuyas tareas consisten casi exclusivamente en elaborar informes, ya que el gobierno ha establecido controles sobre las preferencias ideológicas de maestros y alumnos.

Cuba necesita maestros y no puede permitirse tener burócratas desempleados y descontentos. En este sentido se podría ofrecer al personal despedido de las agencias de educación desmanteladas certificados temporales para enseñar, hasta que completen los estudios y realicen las horas de experiencia en el aula que permita acreditarlos como maestros regulares.

Revisar los contratos y sueldos de los maestros.

La demanda de maestros calificados debe reflejarse en los sueldos y en los términos de la contratación. Lo último especificará las condiciones que son necesarias para recibir la certificación de docencia. Esto animará a muchos maestros graduados a regresar a la profesión. Podrán hacerlo siempre que obtengan certificados temporales. Y vayan completando los cursos –mientras prestan servicio- dentro del período de tiempo establecido para ser reinstalados como maestros certificados. Los salarios deben reflejar la educación formal de postgrado, los años de experiencia y las habilidades especiales. El servicio en áreas rurales puede requerir bonos adicionales o facilidades de alojamiento, para motivar la aceptación de puestos de trabajo magisterial en las regiones geográficas menos atractivas.

Poner en vigor estándares profesionales. Los nombramientos profesionales en Cuba actualmente dependen del perfil político, no del título profesional ni de la experiencia docente. Para terminar con esta práctica, debe establecerse explícitamente un número mínimo de años de experiencia docente que permita optar a cargos administrativos tales como el de director o subdirector del centro docente o de un programa.

En el nombramiento y evaluación de los administradores escolares y los maestros se deben exigir los mismos lineamientos que son recomendados, aunque nunca puestos en práctica, por los profesionales cubanos en publicaciones oficiales. Un paso importante debe ser la re-certificación de todos los maestros seguido del despido de aquellos instructores no calificados. Esto podría hacerse dentro de un período de tiempo razonable a partir de la disponibilidad de los cursos de entrenamiento. Las evaluaciones del servicio que el maestro preste a la comunidad no deben tomar en cuenta actividades partidistas oficiales.

El informe presentado por el Colegio de Pedagogos Independientes en el año 2002 a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas documentaba más de 300 casos de maestros que habían perdido sus trabajos de magisterio o que habían sido reasignados a puestos de trabajo hostiles por razones ideológicas. Es necesario que estos casos sean revisados por una comisión para determinar si la causa del despido fue arbitraria o se debió a consideraciones morales o profesionales. Si aquellos que fueron removidos poseen las calificaciones requeridas y la certificacion apropiada, deben ser reasignados a posiciones comparables con las que tenían antes de la cesantía. Se deben autorizar certificados temporales para quienes han estado inactivos durante varios años, siempre que cumplan con la fecha límite establecida para terminar los cursos requeridos.

Expedientes de los estudiantes.

Los expedientes de los estudiantes deben evaluar y documentar el rendimiento académico del alumno y su progreso intelectual. La información sobre los exámenes cognoscitivos y psicológicos estará limitada por criterios específicos y tendrá el objeto de ayudar a los educadores en tareas de consultoría, ubicación y establecimiento de metas individuales para los estudiantes. Los expedientes no incluirán ningún tipo de filiación política sobre el estudiante o su familia ni su participación o su falta de participación en actividades extracurriculares partidistas. Actualmente, el historial familiar de activismo revolucionario (membresía en el partido o grupos de apoyo) o su ausencia (hijos de prisioneros políticos) así como declaraciones “contrarrevolucionarias” hechas por los estudiantes o su participación en organizaciones juveniles tales como los Pioneros o la Juventud Comunista forman parte del expediente académico del alumno.

Recomendaciones Comunitarias.

Participación de los padres. La recuperación del papel fundamental de la familia en la educación de los hijos debe ser la meta de una sociedad abierta.

Resulta necesario rescatar la autoridad de los padres sobre el tipo de educación que desean para sus hijos. El nuevo sistema debe ofrecer a los padres la libertad de escoger entre escuelas laicas o de corte religioso, asimismo debe asegurarles la opción de tomar o rechazar tanto el entrenamiento militar de sus hijos como las condiciones de alojamiento. La crisis de valores de la juventud cubana es exacerbada por la política comunista, la cual propugna, a pesar de la propaganda enérgica que sugiere lo contrario, la ruptura entre el niño y la familia. En la mente de los cubanos la promiscuidad en los adolescentes está directamente asociada con la práctica de enviar a los estudiantes de secundaria a “la escuela al campo” (entrenamiento agrícola obligatorio). Los padres necesitan estar involucrados en las decisiones escolares, especialmente en las que se refieren a los acuerdos de estudio-trabajo. La inscripción en cualquier instancia oficial no debe predisponer la relación entre la comunidad y la escuela.

Servicios sociales. Además de los programas que el Ministerio de Salud Pública prestará a la población en el área de salud mental, las escuelas locales deben proporcionar servicios de consultoría y apoyo para estudiantes y padres y también para maestros. Si bien las escuelas cubanas ofrecen programas de educación familiar, éstos se limitan a desarrollar componentes ideológicos, son programas que refuerzan la imagen paternalista de la Revolución. En una sociedad libre, el trabajador debe forjarse su propio destino.

Todo cambio, aun cuando se perciba como portador de mejoras, genera ansiedad. Y esto es particularmente agudo cuando se trata de la transición de un sistema totalitario paternalista a una sociedad abierta, donde la persona debe afrontar los riesgos de la toma de decisiones. Las consecuencias del éxito o del fracaso se revierten sobre el individuo. Los padres y los estudiantes deben tomar las decisiones sobre la carrera profesional sopesando las posibles consecuencias. Las decisiones no incluyen sólo metas de mejora individual sino también metas que generan bienestar en la comunidad y el país. Como consecuencia de la propaganda comunista, existe confusión entre los conceptos de gobierno y patria. Bajo el comunismo, se ha enseñado a los cubanos a amar la patria a través de un amor incondicional al gobierno. Los ciudadanos necesitan diferenciar y discutir, en un ambiente que tolere los diferentes puntos de vista, ideas que cuestionan o desafían las de la autoridad oficial. Necesitan hacer consciente que la propaganda puede promover odio y cólera contra quienes piensan de forma diferente, bien se encuentren dentro de la familia o permanezcan en el extranjero. Los cubanos deben entender que la educación, en su sentido más pleno, significa liberación y no persecución.

Campaña a través de los medios de comunicación.

Una campaña nacional a través de los medios de comunicación promoverá, con el objeto de satisfacer las necesidades de carreras y empleo en la economía cubana en desarrollo, (a) el valor de una ciudadanía educada y (b) las oportunidades educativas para las poblaciones escolares y las adultas. La campaña de servicio público deberá hacer énfasis en que un ciudadano informado conoce sus derechos, reconoce las diferencias y los riesgos antes de decidir y respeta posiciones que contradicen sus convicciones. Dado que la transición desplaza a muchos en el mercado de trabajo, la información sobre nuevas carreras, centros de entrenamiento y becas, así como oportunidades de empleo, deben también ser parte de la campaña publicitaria de servicio.

Apoyo a las organizaciones no-gubernamentales.

El apoyo a la red ya existente de organizaciones no-gubernamentales (ONG), particularmente la creciente red de bibliotecas independientes, se traduce en un apoyo inmediato a la reforma educativa. Las ONG han lideralizado el movimiento en favor del pensamiento alternativo en Cuba, un pilar de la reforma educativa. Las Bibliotecas Independientes proporcionan un acceso único a la literatura censurada, incluso a la literatura infatil que ha sido prohibida.

Mucho antes de que las bibliotecas y los periodistas independientes emergieran en los años noventa, especialmente durante las dos primeras décadas de la Revolución, el acceso a obras censuradas era posible a través de las iglesias, aunque éstas estuvieran limitadas en sus funciones. Si bien es cierto que únicamente algunos cubanos permitieron que sus hijos continuaran asistiendo al catecismo o a los seminarios protestantes, hay una clara evidencia de que estas instituciones proporcionaron la única alternativa que ofrecía algo distinto a la literatura oficial y a la prensa disponible. Oswaldo Payá, del ya mencionado Proyecto Varela, y Dagoberto Valdés, el editor de Vitral, son ejemplos de jóvenes cubanos que pudieron involucrarse con diferentes formas de pensamiento a través de los limitados servicios sociales católicos. Esto explica por qué hoy en día, a pesar de las continuas restricciones, el crecimiento de la sociedad civil está unido con frecuencia al pujante trabajo social patrocinado por instituciones religiosas de diversas denominaciones. De este modo, las organizaciones de la fe seguirán disfrutando de una posición ventajosa para proveer servicios sociales y educativos a la población.

El Ministerio de Educación mantiene varios acuerdos educativos con diversas ONG internacionales. La primera de ellas que estableció un programa educativo en Cuba fue el Comité Católico para Alimentación y Desarrollo, patrocinado por el Fondo Internacional para la Niñez de Naciones Unidas (UNICEF) en 1983; su fin era contribuir en los programas de educación especial dedicados a ciegos y sordos El Congreso Internacional Pedagogía’03 fue patrocinado por UNICEF y el gobierno de la isla. En junio de 2003, Cuba financió el Congreso Cultura y Desarrollo junto con UNESCO, UNICEF, SELA, Unión Latinoamericana y el Convenio Andrés Bello.

Algunos acuerdos han permitido que el gobierno continúe promoviendo la educación de estudiantes del tercer mundo dentro del país, particularmente estudiantes de África. 80 Como parte del sistema de Naciones Unidas, Cuba se beneficia de programas de ayuda patrocinados por UNESCO, UNICEF y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), entre otros. Es esencial que la suscripción en estos programas siga vigente en el futuro.

Recomendacione Curriculares

Liberar los contenidos de ideología marxista. A excepción de algunos cursos universitarios, cualquier otro curso -desde el nivel preescolar al superior- no necesita ser vinculado al pensamiento marxista-leninista. Todas las materias hoy en día se encuentran sometidas a una línea única de pensamiento con la intención de no exponer al estudiante a ninguna otra perspectiva.

Es necesario reemplazar los textos existentes con otros nuevos, incluso el material de iniciación en la lectura. El proceso, para la mayoría de las materias, podría hacerse más expedito a través de arreglos con casas editoras de España y Latinoamérica. Los educadores de la isla necesitan enfocar su atención en los estudios cubanos, especialmente en las humanidades y las ciencias sociales, áreas donde se hace necesaria la introdución de nuevos textos.

Afortunadamente, Cuba tiene suficientes maestros calificados a los que se les puede encargar la innovación de los libros de texto. Muchos de ellos estarán todavía activos en las escuelas, algunos seguramente estén retirados. Los educadores que han hayan sido despedidos por razones ideológicas posiblemente estarán dispuestos a participar en el proceso editorial.

Educación cívica. La educación en el respeto a los derechos individuales, la tolerancia, el conocimiento de las libertades civiles y los principios democráticos necesitan ser integrados en los currícula educativos de todos los niveles.

Los escritos de José Martí pueden ser útiles en este esfuerzo, aunque también ellos deben ser restituidos a su contexto original.

Entrenamiento de maestros. Los maestros cubanos necesitan entrenamiento profesional que los capacite en la enseñanza de los nuevos programas de estudio. Estos cursos podrían tomarse en cuenta para la certificación de los docentes, en caso de que se decida adoptar esta política.

Siguiendo el ejemplo de los proyectos de rehabilitación más exitosos en Europa del Este, los cursos de entrenamiento para maestros deben ser impartidos por cubanos. Aquellos docentes que han continuado distinguiéndose en el aula pueden recibir los niveles iniciales de capacitación en Cuba o en el extranjero.

De esta manera, se podrán convertir a su vez en preparadores de miles de maestros cubanos. La selección de estos entrenadores puede constituir una excelente oportunidad para que un nuevo Ministerio de Educación dé señales de compromiso con el cambio. Desechando los requisitos ideológicos del pasado, puede seleccionar entre los maestros activos mejor calificados del país e incluir a los que habían sido despedidos anteriormente.

Educación en computación y programas de aprendizaje a distancia. En el nuevo orden global es sumamente importante que la población tenga acceso libre, a través de computadoras en las escuelas y las bibliotecas, al mundo del conocimiento que le ha sido prohibido. Las escuelas y bibliotecas cubanas necesitan crear colecciones de libros. El acceso a través de la red electrónica a bases de datos y colecciones virtuales proporcionará una manera eficaz y asequible de hacerlo.

Quienes deseen seguir un entrenamiento especial y exploren posibilidades para escoger carrera, pueden inscribirse en cursos de educación a distancia en instituciones autorizadas. El aprendizaje a distancia puede ser la mejor alternativa para aquellos maestros que se encuentran áreas rurales o que tienen dificultad para combinar su trabajo con un curso tradicional en el aula.

Los maestros pueden registrarse en cursos que los califiquen para obtener certificados de docencia permanentes y que los preparen en los nuevos currícula.

Promover intercambios internacionales y programas de estudio en el extranjero para estudiantes universitarios cubanos y para maestros en todos los niveles académicos. Durante el “Período Especial”, desaparecieron las oportunidades de estudiar en países del bloque soviético, lo que aumentó el aislamiento del país. Los cubanos necesitan tener contacto con otros sistemas educativos, esto facilitará la conjugación de alternativas necesarias en la reforma de la educación. Además de los acuerdos educativos con muchas ONG internacionales y organizaciones relacionadas con las Naciones Unidas, Cuba mantiene relaciones con instituciones académicas de todo el mundo. Se debe insistir en este tipo de acuerdos para proporcionar a los maestros cubanos programas de entrenamiento en metodologías y nuevas tecnologías. Podría adoptarse la política de proporcionar a los maestros cubanos la oportunidad de enseñar un semestre o un año en el extranjero mientras realizan un curso de estudios

Recomendaciones ejecutivas

La educación como elemento integrante de toda reconstrucción nacional. Los programas de rehabilitación del sistema escolar deben ser incorporados en los planes de Reconstrucción Nacional. Ambos planes deben llevarse a cabo de forma simultánea. La reforma educativa de largo plazo será exitosa si consigue aliviar la actual situación social, moral y cultural de la isla; esa será una señal de que la reconstrucción es exitosa. En el corto plazo, sin embargo, el sistema educativo necesita enseñar a los cubanos cómo reactivar la economía nacional, proporcionándoles las herramientas necesarias para alcanzar nuevos trabajos y empresas con una mayor productividad.

Si bien es cierto que cualquier gobierno comprometido a reformarse debe ser generoso en su presupuesto destinado a la educación, será difícil para un país fuertemente endeudado como Cuba asignar suficientes fondos que lleven adelante los cambios que su sistema educativo necesita. Pero si el gobierno reflexiona sobre lo que está en juego y lo transmite a la población, no caben dudas de que se alcanzarán los fondos. Más aún, todas las propuestas de desarrollo económico deben incluir un componente educativo, y los costos de este componente deben ser parte del presupuesto del proyecto. De esta manera, mientras Cuba recibe la muy necesaria ayuda internacional, los fondos para la educación estarán garantizados bajo la figura de un porcentaje sobre cada préstamo o donación.

Comisión de Supervisores. Reformas de la magnitud de las que se han recomendado más arriba necesitan un seguimiento y una evaluación mayores de los que pueden proporcionar los administradores escolares. El Ministro de Educación debe establecer un Consejo Independiente de Supervisores para asegurar la adecuación, ritmo, eficiencia y efectividad de todas las reformas emprendidas. La membresía del Consejo debe ser limitada, pero variada. El sector empresarial y la industria necesitan estar representadas, así como también especialistas de diferentes niveles y áreas afines.


Inicio | Puerto Rico | Cuba | Internacionales | La otra Cara | Cartas de Cuba | Conózcanos
© Fecha de Fundación 30 de Julio 2003 El Veraz - Derechos Reservados