Human
Rights Watch
Interrogatorios
forzados
Las personas detenidas por razones políticas son sometidas
a interrogatorios forzados por los agentes de seguridad del
estado. Esta práctica viola abiertamente la ley cubana,
que dispone que: “No se ejercerá violencia ni coacción
de ninguna clase sobre las personas para
forzarlas a declarar”.
Varias personas que estuvieron anteriormente detenidas por razones
políticas en distintos centros de detención informaron
a Human Rights Watch que los interrogatorios se practicaban
con el fin de extraer confesiones y obtener información
sobre las actividades de los disidentes. Afirmaron que los agentes
de seguridad los amenazaban insistentemente con la posibilidad
de aplicar penas más severas si no confesaban, y recurrían
a tácticas como privación del sueño, reclusión
en condiciones de aislamiento, cambios bruscos de temperatura,
encandilamiento y música a niveles intolerables en forma
constante.
Raymundo Perdigón Brito —un periodista arrestado en Sancti
Spíritus en noviembre de 2006 y acusado
de “peligrosidad”— estuvo detenido más de una semana
antes de su juicio.
Su hermana, quien posteriormente relató su experiencia,
señaló:
Durante estos días se encontraba detenido en las celdas
de castigo, donde
existen métodos para que los presos se ablanden. Salió
muy confundido, atrofiado de mente. Allí le hacen varios
métodos psicológicos para tormentarlo y atemorizarlo....
Lo despertaban a cualquier hora, le daban agua a las 3-4am,
lo interrogaban a toda hora, en total oscuridad.... Lo acusaban
de cosas falsas, le decían que sería una condena
mayor de la que tiene.
Pedro Pablo Álvarez Ramos —un sindicalista que intentó
formar una alternativa al sindicato oficialista— describió
tácticas similares por parte de las autoridades durante
su prisión preventiva en La Habana. Durante casi cinco
semanas, afirmó, fue trasladado constantemente entre
una pequeña celda que compartía con presos que
habían sido condenados por delitos violentos y una celda
de aislamiento. En la celda de aislamiento, las fuertes luces
se mantenían encendidas las 24 horas del día,
y fue sometido a reiterados interrogatorios:
Fue
fuerte, agresivo, amenazante. Me dijeron que tenía petición
a cadena perpetua, un paredón.... Me dijeron traidor,
tratando de inducir que en realidad somos agentes del imperio
[estadounidense].... Fue una cosa grotesca, muy intensiva. Te
llaman a hacer un interrogatorio a las 2 am. Uno pierde el tiempo
a no ser de las horas de la comida. Se vive una gran tensión
psicológica.... Siempre la actitud amenazante: “te vas
a pudrir en la cárcel”.
Condiciones abusivas de prisión preventiva
Las personas detenidas por razones políticas son sometidas
a condiciones abusivas de prisión preventiva. Entre otros
abusos, estas personas reciben habitualmente cantidades insuficientes,
ya menudo en mal estado, de alimentos y agua, no se les proporciona
camas donde dormir, no cuentan con las instalaciones necesarias
para mantener una higiene básica, y se les niega atención
médica en casos de necesidad. Estas condiciones violan
el derecho internacional.
El derecho internacional también exige que las personas
detenidas que aún no hayan sido sometidas a juicio permanezcan
en instalaciones distintas de aquellas que albergan a quienes
ya han recibido una condena.
Como
se señaló anteriormente, Human Rights Watch comprobó
que Cuba viola sistemáticamente esta disposición,
y obliga a quienes fueron detenidos por razones políticas
a permanecer hacinados en celdas compartidas con personas que
han sido condenadas por delitos violentos.
“Juan Alfonso”, un miembro de un grupo a favor de la democracia
que no tiene reconocimiento oficial, fue detenido en Holguín
en octubre de 2008. Afirmó haber sido trasladado a una
delegación policial y encerrado, junto con otros dos
presos que ya habían sido condenados, en una celda en
la cual apenas cabían los tres hombres acostados. No
se le proporcionó colchón ni sábanas, y
pasó las noches durmiendo en el suelo, sobre el piso
de cemento. Sólo tuvo acceso al agua que goteaba de una
pequeña canilla en una de las paredes de la celda. Él
y otros presos compartían un único recipiente
para comer, beber y asearse. En el centro de la celda había
una única letrina totalmente expuesta, que inundaba la
pequeña celda, sin ventilación adecuada, con un
olor nauseabundo.
Las
autoridades no permitieron que Alfonso saliera de la celda durante
los cuatro días de prisión preventiva, que, según
señaló, alcanzaron para que contrajera una infección
por estafilococo en sus genitales como resultado de las condiciones
antihigiénicas. No se le permitió recibir la visita
de sus familiares ni de un abogado.
Manuel Vázquez Portal, un periodista independiente que
fue detenido durante la ola represiva de marzo de 2003, describió
su período de prisión preventiva en los siguientes
términos:
Me encerraron en una celda de un metro y medio por dos metros
con tres arrestados comunes. Es torturante estar con tres hombres
en una celda de una persona, con la luz encendida las 24 horas.
Tiene una puerta de acero que cuando se abre y cierran hacen
un ruido atroz,... tiran la puerta constantemente
para no dejarte dormir ni de noche ni de día. En la celda
hace mucho calor, y cuando te trasladan a la oficina de interrogación
el aire está muy bajo y hace mucho frío.... Me
hicieron cuatro interrogaciones en oficinas privadas de la Policía
Política.... Desde que llegas te tratan como culpable,
no eres un supuesto inocente, si no que la Policía Política
Cubana te culpa de antemano.
Detención por tiempo indefinido
Algunas de las personas detenidas por razones políticas
pueden permanecer en prisión durante años sin
haber sido siquiera acusadas de un delito, y deben soportar
una etapa de investigación previa al juicio que puede
extenderse por tiempo indeterminado. La Ley de Procedimiento
Penal de Cuba dispone que el período de investigación
previo a la presentación de los cargos penales no debe
exceder de 60 días, pero puede prorrogarse hasta un “término
máximo” de seis meses. Sin embargo, la ley deja un vacío
en lo referente a los casos excepcionales en que funcionarios
de alto rango pueden conceder nuevas prórrogas del período
de investigación.
El defensor de derechos humanos René Gómez Manzano,
un abogado cuya licencia no fue renovada luego de convertirse
en miembro activo de grupos no oficiales que critican al gobierno,
fue detenido el 22 de julio de 2005, poco después de
haber participado en una demostración pacífica
y poco masiva en La Habana, en la cual se instaba a la Unión
Europea a tomar una postura más firme frente a Cuba.
Si bien nunca fue acusado formalmente, Gómez fue encarcelado
durante más de un año y medio junto con presos
que ya habían sido condenados hasta su liberación,
el 8 de febrero de 2007. Durante el transcurso de su detención,
su hermano presentó tres recursos de hábeas corpus
distintos en su nombre, pero todos fueron rechazados.
Al
momento de su liberación, Gómez no había
sido acusado por ningún delito.
Vladimir Alejo Miranda, un defensor de derechos humanos de La
Habana, fue detenido en diciembre de 2007 luego de mostrarse
en público con un cartel en el cual se exigía
la liberación de los presos políticos.197 Al momento
de la redacción de este informe, aún
no había sido juzgado por delito alguno y se encontraba
detenido en la prisión de Agüica en Matanzas, junto
con otros presos condenados.
El Dr. Darsi Ferrer Ramírez, quien administraba un centro
de salud y derechos humanos no oficial en La Habana, fue detenido
en forma arbitraria el 9 de julio de 2009, el mismo día
que tenía previsto celebrar un encuentro público
no oficial en dicha ciudad al cual, según señaló,
podrían asistir las personas para “compartir sueños
comunes” sobre el futuro de la isla.
Fue liberado al término del día, luego de transcurrido
el horario previsto para el encuentro, y fue arrestado nuevamente
el 21 de julio y enviado a la cárcel de Valle Grande
en la Habana. Ferrer ha permanecido en prisión desde
la fecha de su detención. Sin embargo, hasta el momento
de la presente publicación, aún no había
sido sometido a juicio.
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